Las gammagrafías han supuesto un avance muy positivo en el parkinson

La medicina nuclear tiene múltiples aplicaciones y supone un beneficio más que notable para la salud. Se emplea tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de enfermedades. El director de la Unidad de Medicina Nuclear en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria, José Manuel Jiménez, explica los principales usos y utilidades de esta disciplina y lanza un claro mensaje: «Radiación no es igual a peligro». DESCARGA AQUÍ

¿Cuáles son las aplicaciones de la medicina nuclear?
La medicina nuclear utiliza las radiaciones ionizantes para el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades. Nuestro campo trata las radicaciones en forma no encapsulada, de ahí que los servicios de medicina nuclear tengan muchas normativas de seguridad para el paciente y los profesionales. Radiación no es igual a peligro, esa idea hay que erradicarla. Se trabaja con el cien por cien de las medidas de seguridad.

Habla de diagnósticos y tratamientos, respecto a los primeros, ¿para qué enfermedades se emplea?
El diagnóstico puede ser el 85% de nuestra actividad. Se emplea para múltiples enfermedades. Por ejemplo, nosotros nos metemos en una vía fisiológica y con la gammagrafía –imagen que producen las radiaciones generadas tras la inyección o inhalación en el organismo de sustancias que contienen isótopos radiactivos–, de huesos, o de lo que se trate, se ve la extensión de afectación por ejemplo, de un cáncer de hueso. También se emplea para el diagnóstico de corazón y pronóstico de enfermedades coronarias. En neurología las gammagrafías cerebrales están indicadas para tres patologías: enfermedades degenerativas como la demencia; la epilepsia y el síndrome parkinsoniano. Éste último es relativamente nuevo, de hace dos o tres años y está ofreciendo resultados muy positivos. Lo que obtenemos es una información funcional.

¿Qué supone para un enfermo del parkinson esta prueba?
Existen cinco o seis síndromes muy parecidos que conllevan tratamientos y manejos diferentes. Son grupos de enfermedades neurodegenerativas similares pero con diagnóstico y tratamientos diferentes. Antes era a los cuatro o cinco años cuando se lograba diferenciar la enfermedad, y ahora con esta prueba se permite el diagnóstico diferencial y orientar el diagnóstico desde el principio, con los beneficios que esto conlleva de ahorro de pruebas y medicamentos y de beneficio para el paciente y su calidad de vida. Es un paso importante.

¿Cuántos pacientes pueden pasar al año por esta unidad?
En 2011 hemos atendido a 8.000 pacientes y hemos llevado a cabo más de 2.000 pruebas de cardiología nuclear, indicada para pacientes que sufren enfermedad coronaria, por ejemplo. Esta prueba optimiza su diagnóstico y define su evolución y pronóstico con gran precisión. Somos además centro de referencia para los enfermos de los hospitales de Ronda y Costa del Sol. Del total del trabajo del servicio en 2011, el 50% ha sido gammagrafía ósea (oncológica y no oncológica) y cardiológica. Y el 50% restante son muchas otras, como el estudio cerebral (pruebas neurológicas) y estudio del ganglio centinela, que es una prueba muy importante que realiza este servicio.

¿En qué consiste esa prueba?
Se emplea para diferentes patologías como el cáncer de mama, cáncer de piel (melanoma) y en el aparato genital femenino, sobre todo en el cáncer de vulva, que está dando buenos resultados. Ésta última la hacemos ahora.

¿Cómo es el proceso de detección del ganglio centinela?
Se trata de localizar por dónde drena la circulación linfática del tumor. Realizamos una linfogammagrafía previa y le señalamos al cirujano cuál es el ganglio centinela, por lo que se entiende que si éste está afectado, toda la cadena estará afectada. Esto ha supuesto una cirugía menos agresiva y ha evitado muchas limpiezas generales, evitando linfedemas, además de que la cirugía es más corta, más fácil y la recuperación para el paciente es más rápida. Nos estamos planteando como reto para este año ver si podemos hacer esta cirugía en cirugía mayor ambulatoria, es decir, en el mismo día. Así, la prueba del ganglio centinela y la propia operación se realizarían en el mismo día o en dos días. El paciente no va a tener ni que ingresar.

¿Y los tratamientos?
No hay muchos, los dos más frecuentes son el yodo radiactivo que se utilizan para patologías del tiroide (hipertiroidismo y cáncer de tiroides). Se dan las cantidades correspondientes y les explicamos las condiciones de seguridad ante la familia. Empleamos mucho tiempo en la información. Los enfermos de cáncer sin embargo sí tienen que estar ingresados. Actualmente utilizamos las instalaciones del hospital Xanit porque es necesaria una habitación especial blindada y con depósito de residuos, que por cierto vamos a hacer ahora en el Clínico.

¿Hacia dónde camina la medicina nuclear?
La medica nuclear va ahora por la técnica PET que son imágenes gammagráficas pero con isótopos que tienen otras propiedades. Todavía no lo tenemos aquí.

¿Cómo se administran los medicamentos radiactivos?
Tienen una legislación muy estricta. El SAS, mediante concurso público, le otorgó la dispensación a una empresa y en cada unidad de Medicina Nuclear de cada hospital existe una persona de esa empresa que garantiza el control de calidad. Los medicamentos se preparan para cada paciente. Además todos los profesionales tiene un sistema de dosimetría personal y todos los meses cuentan las radiaciones que recibimos, además de las revisiones anuales.

¿Son peligrosas estas pruebas?
A los pacientes le damos un radiofármaco de isótopos radiactivos por un vector, que es el vehículo que hace que se fije donde quiero llegar, como los huesos o el corazón. Los que empleamos tiene una energía pequeña y una vida media corta, es decir, son poco agresivos.

¿Qué es la medicina nuclear y para qué se utiliza?

La medicina nuclear es la rama de la medicina que se encarga del diagnóstico y tratamiento de ciertas patologías utilizando isótopos radioactivos o radioisótopos. Estos radioisótopos se mezclan con diferentes fármacos según el órgano o sistema a explorar.
A esta combinación la llamamos radiofármaco y se aplica al paciente por diferentes vías, siendo la endovenosa la más común. Una vez dentro del organismo, el radiofármaco se incorpora en el funcionamiento del órgano o sistema a explorar, y luego podemos adquirir imágenes con un equipo detector de radiación gamma llamado gammacámara.
A diferencia de la radiología, las imágenes obtenidas por gammagrafía son funcionales, es decir que muestran como están funcionando los órganos y sistemas explorados y revelan alteraciones a un nivel molecular. Entre las gammagrafías encontramos:

1- Gammagrafía de tiroides. Nos permite valorar tanto la morfología como la función glandular. Útil para el diagnóstico de bocios simples y nodulares, hipertiroidismo, hipotiroidismo, agenesia de tiroides, quiste tirogloso, tiroides ectópica e intratorácica, tiroiditis. Podemos distinguir cuáles nódulos son sugestivos de malignidad y recomendar una punción-biopsia.

2- Gammagrafía de paratiroides. Se utiliza en pacientes con hiperparatiroidismo para detectar hiperplasia y adenomas de paratiroides.

3- Gammagrafía o scan óseo. Su principal aplicación es la búsqueda de metástasis óseas en pacientes con cánceres primarios ya conocidos, principalmente de mama, próstata y pulmón. Sirve además para monitorear la respuesta a la quimioterapia y a la radioterapia. También permite diagnosticar tumores óseos primarios, osteomielitis, sacro-ileítis, fracturas, celulitis, artritis séptica, necrosis avasculares, osteoartritis, valoración de prótesis de cadera y rodilla, etc.

4- Gammagrafía para infección con ubiquicidina. Muy útil para localizar focos de infección en el organismo.

5- Gammagrafía renal. Es el único estudio que permite valorar la perfusión y la función de cada riñón por separado. Útil en el estudio de insuficiencia renal, patologías obstructivas, hidronefrosis, reflujo vésico-ureteral, riñones ectópicos, hipertensión renovascular, trasplantes renales, etc.

6- Gammagrafía o scan de perfusión pulmonar. Permite diagnosticar tromboembolismo pulmonar.

7- Gammagrafía de vías biliares. Permite diagnosticar obstrucciones de las vías biliares, colecistitis aguda y crónica, atresia de vías biliares…

8- Gammagrafía hepatoesplénica. Es para valorar masas hepáticas cuando una TAC esté contraindicada, (en pacientes con alergias al medio de contaste o con insuficiencia renal). Se utiliza para el diagnosticar esplenosis, remanente esplénico o infarto esplénico, etc.

9- Gammagrafía para sangrado gastro-intestinal. Útil para la localización de sangrados gastrointestinales bajos.

10- SPECT cardíaco o scan de perfusión miocárdica. Permite valorar la perfusión miocárdica y detectar infartos e isquemias del miocardio. Podemos apreciar el tamaño de las cavidades ventriculares, valorar el movimiento de las paredes del ventrículo izquierdo y calcular la fracción de eyección.

11- MUGA o ventriculografía isotópica. Permite calcular la fracción de eyección del ventrículo izquierdo en pacientes oncológicos sometidos a quimioterapia.

12- Rastreo corporal con yodo radioactivo. Útil para valorar pacientes con tiroidectomías por un carcinoma diferenciado de tiroides. Permite encontrar recidiva o restos de tejido tiroideo post-tiroidectomía, metástasis regionales y/o a distancia.

13- Rastreo corporal con galio. Útil para localizar tumores, procesos inflamatorios e infecciosos en el organismo.